Cuéntanos un poco sobre ti:
¿Qué te apasiona en la vida y quién eres profesionalmente?
Soy arquitecta de interiores y mi pasión por la reforma de viviendas empezó cuando era niña. En los viajes en coche con mis padres, cada vez que veía una casa abandonada a lo largo de la carretera, me imaginaba cómo podría transformarla y mejorarla. Lo mismo me pasaba cuando acompañaba a mi padre, que tenía una tienda de muebles: mientras él visitaba las obras de los clientes, yo soñaba con cómo revolucionar y dar nueva vida a sus espacios. Esta pasión se convirtió en una profesión que he seguido con entusiasmo durante más de 15 años.
Durante mi carrera, hice prácticas en el departamento de Interiorismo de Diesel, donde trabajé en el diseño de tiendas. Más tarde, pasé 10 años en Smania, centrándome en proyectos de interiorismo para clientes privados, diseñando stands para ferias comerciales para la empresa y creando corners en grandes almacenes.
¿Qué significa para ti el color y cómo lo utilizabas antes de descubrir el método RAH?
Empecé a comprender la importancia del color cuando vi casas con interiores “coloridos” que me hacían sentir inmediatamente feliz, a gusto y con energía. Al vivir en el valle del Po, una región conocida por su grisura y su niebla durante el invierno, me di cuenta de lo mucho que el color puede influir en nuestro bienestar. Incorporar color a los hogares, especialmente a los inspirados en la naturaleza, es una forma sencilla pero poderosa de crear armonía y positividad en la vida diaria.
Antes de descubrir el método RAH, me basé en un manual japonés que ofrecía combinaciones de colores muy interesantes.

