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Rossella Cavagnuolo

Interior Designer

Cuéntanos un poco sobre ti:
¿Qué te apasiona en la vida y quién eres profesionalmente?

Hola, soy Rossella Cavagnuolo, arquitecta y diseñadora de interiores, pero en términos generales me defino como una creativa. Desde pequeña, siempre me ha encantado trabajar con las manos: solía hacer joyas, cortar mi ropa para volver a coserla de forma más original y caprichosa. Me encanta expresar mi mundo interior a través de la pintura que, más allá de la técnica, siempre está llena de color.

En mi trabajo, me gusta pensar que pongo a las personas en el centro, diseñando espacios que no solo sean estéticamente bellos, sino también lugares auténticos de bienestar. Ya sean espacios privados o públicos, cada uno no es solo físico, sino también emocional, y debe reflejar nuestras necesidades, deseos e identidades.

¿Qué significa para ti el color y cómo lo utilizabas antes de descubrir el método RAH?

Siempre he tenido una relación muy visceral con el color: lo siento intensamente, y a veces siento la necesidad de “sumergirme” completamente en él. Por eso pinto en superficies grandes, en el lienzo, yo también debo estar presente.

Pero el color es algo que vive dentro de nosotros, y muchas veces no sabemos cómo. El método RAH ha sido una oportunidad maravillosa para tomar conciencia de lo que ciertos colores significan para mí, qué me atrae y qué me rechaza.

“He redescubierto” emociones y matices de mí misma que nunca había definido con claridad, y he podido llevarlos a mi vida diaria a través de objetos y elecciones materiales. Una terapia continua y alegre de felicidad.

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el cliente se siente escuchado y reconocido en su identidad cromática, y eso genera una conexión profunda

¿Qué valor pretendes ofrecer a tus clientes a través de tu trabajo?

Cada asesoría que realizo comienza con un momento fundamental: la escucha. Creo que quien se enfrenta a una reforma está atravesando una transformación profunda, y mi papel debe ser el de un apoyo experto, sólido, pero sobre todo humano.

El valor que intento ofrecer a quienes trabajan conmigo es el cuidado: cuidado de la persona y de lo que se convertirá en su refugio diario.

Por último, sus reflexiones personales: ¿Qué esperanzas tiene para el futuro de su sector?

Vivimos en una sociedad muy controlada, donde a menudo las personas tienen dificultades para expresarse. Esto también se refleja en la arquitectura, donde se tiende a recurrir al blanco por miedo a “cansarse” del color.

Mi deseo para el futuro es que aprendamos a soltar, a confiar en lo que el color tiene para contarnos, sin temerle. Porque el color no es solo una elección estética, es una forma de contar nuestra historia.

¿Cómo ha transformado el método RAH su enfoque del diseño?

Cuando tomas conciencia de algo, suceden dos cosas: la primera ocurre dentro de ti, empiezas a entender qué te gusta y qué no, qué deseas y qué rechazas. La segunda tiene que ver con los demás, te das cuenta de que son diferentes a ti, y que en esa diferencia está la verdadera riqueza.

Eso es lo que me ocurrió al descubrir el método RAH. Me di cuenta de que, incluso sin quererlo, hasta ese momento tendía a proyectar mis propias preferencias cromáticas sobre los demás. A veces funcionaba, cuando sus colores coincidían con los míos, pero muchas veces no.

El método RAH revolucionó mi forma de trabajar: hoy, el cliente se siente escuchado y reconocido en su identidad cromática, y eso genera una conexión profunda, incluso antes de que el espacio tome forma.

Desde ese momento, dejé de imponer y comencé a interpretar. Fue entonces cuando el espacio realmente comenzó a hablar de la persona que lo habita.

¿Qué valor pretendes ofrecer a tus clientes a través de tu trabajo?

Cada asesoría que realizo comienza con un momento fundamental: la escucha. Creo que quien se enfrenta a una reforma está atravesando una transformación profunda, y mi papel debe ser el de un apoyo experto, sólido, pero sobre todo humano.

El valor que intento ofrecer a quienes trabajan conmigo es el cuidado: cuidado de la persona y de lo que se convertirá en su refugio diario.

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